EnerPHit: La rehabilitación en clave Passivhaus

Si vas a rehabilitar un edificio, tienes una importante cuestión a la que hacer frente: ¿estoy haciendo el mejor trabajo posible a largo plazo, o me voy a encontrar rehabilitando de nuevo dentro de 10 ó 15 años?.

¿Por qué deberíamos centrarnos en la eficiencia energética cada vez que reformamos?

La energía es un bien escaso (y caro). En España tenemos que importarla en su mayor parte lo que nos hace dependientes de terceros países y de los devenires geopolíticos de nuestro entorno (Ucrania, Argelia...). Reducir al máximo la demanda de energía de nuestros edificios nos permitirá protegernos de las incertidumbres del precio de la energía que conlleva esta dependencia y mejorar las condiciones del medio ambiente que nos rodea al reducirse las emisiones de gases de efecto invernadero: ganas tú, gana el planeta.

Un edificio es un sistema: su rehabilitación debe ser llevada a cabo acorde a una adecuada planificación para que las medidas adoptadas en una fase no tengan efectos negativos sobre otros componentes más adelante. Cuando llegue el momento de renovar una parte del edificio hazlo con vistas a la eficiencia energética.
¡No pierdas la oportunidad de hacer las cosas bien desde el principio!

Los edificios eficientes pueden hacer más con menos

Mejorar la envolvente permite renunciar a los sitemas de calefacción / refrigeración convencionales: el aporte energético necesario para una vivienda se puede conseguir mediante un par de radiadores de baja potencia; el resto lo aportan el sol, las personas, la iluminación y los electrodomésticos.

La termografía es la técnica que nos permite conocer la temperatura de un objeto mediante el análisis de la radiación infrarroja emitida por el mismo. En este ejemplo podemos ver claramente la fuga de energía antes de la rehabilitación y el aislamiento posterior (texto bajo la foto de las termografías de las viviendas).

Un edificio rehabilitado con estos planteamientos se puede amortizar en menos de 10 años: el ligero sobrecoste que conlleva se recupera en ese tiempo por la reducción drástica de la factura energética y los gastos de mantenimiento.

ahorro energético rehabilitación passivhaus


Por ejemplo, cuando el edificio ya está pensado para ahorrar energía, los sobrecoses llegan a amortizarse en 12-15 años.

Una oportunidad para el fabricante

ventanas passivhaus

Los productos y sistemas necesarios para la construcción bajo el estándar Passivhaus no son muy diferentes a los convencionales: simplemente son diseñados teniendo en cuenta una mayor eficiencia energética. Incluso pequeños cambios en un producto pueden tener un profundo impacto en el consumo total de energía, confort y funcionalidad.

Incluso pequeños cambios en un producto pueden tener un profundo impacto en el consumo total de energía, confort y funcionalidad.

La nueva generación de ventanas Passivhaus es un claro ejemplo: marcos más estrechos pero profundos, cierres más herméticos, incorporación de vidrios (dobles o triples) con gases nobles en las cámaras para reducir la transmisión de calor y separadores de borde caliente entre vidrios hacen más fácil alcanzar las prestaciones energéticas que se requieren.

¿Más dudas?

Lo más probable es que no lo sea: hasta principios de los años ochenta los edificios en España carecían de aislamiento. En 2006 con el Código Técnico de la Edificación CTE se aumentaron las exigencias de la primera normativa de 1979 y en 2013 este CTE se ha vuelto a revisar.
A pesar de la mejora que en este campo se ha venido produciendo la mayor parte de los edificios que se construyen hoy en día en España no alcanzan los valores de eficiencia energética que la Unión Europea se ha marcado como objetivo para el año 2020, cuya base son los edificios pasivos.
En un edificio pasivo lo primero que se percibe es el CONFORT: la temperatura de las paredes, suelos y techos y la temperatura ambiente son similares. No se producen corrientes de aire y el aire que respiramos es de una mayor calidad gracias a los filtros del sistema de ventilación que evitan que haya polvo, lo que previene de posibles problemas de alergias o afecciones pulmonares y redunda en la salud de las personas. El aislamiento mejora notablemente: no se oye a los vecinos ni el tráfico de la calle.
Al mejorar la envolvente se reduce drásticamente las necesidades de energía para calefacción / refrigeración y con ello el gasto mensual en energía.

¿Merece la pena la inversión en edificaciones pasivas?

Descubre cómo la edificación Pasiva es rentable a largo plazo, calculando el ahorro energético en comparación con la inversión inicial.

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